Baker se convirtió en un icono musical y político internacional.
Se le dio apodos tales como la «Venus de bronce», la «Perla negra» y la «Diosa criolla».
Baker fue la primera mujer afroamericana en protagonizar una importante película, Zouzou (1934), en integrar una sala de conciertos en Estados Unidos, y en convertirse en una animadora de fama mundial.
Josephine quien había estado bailando desde que era una niña, ganó su primer concurso de baile a los 14 años.
Después de pasar la prueba en un local de vodevil, empezó a trabajar de forma ininterrumpida en el escenario.
Al finalizar su primer matrimonio en 1920 se unió a un trío de artistas callejeros llamado el “Jones Family Band”, que fue integrado después de la compañía de gira de Dixie Steppers.
Es aquí cuando su gira se detiene en Filadelfia y Josephine se reúne por primera vez con William Howard «Willie» Baker, un guitarrista de blues, con quien se casó en 1921.
Fue el apellido de su segundo marido el que conservó como su apellido artístico.
Para ganarse la vida, Josephine empieza a bailar en el teatro estándar donde gana 10 dólares por semana; pero Josephine piensa en grande y desea bailar en el lanzamiento de Broadway.
Con solo 16 años de edad, deja a su segundo marido para probar suerte en Nueva York.
Una vez allí, Josephine no pierde el tiempo y llega al Music Hall de Broadway en la calle 63.
Recibe varias opiniones negativas del director, hasta que finalmente este le ofrece un papel breve.
Así que en 1921 se une al elenco de la comedia musical Shuffle Along, un espectáculo popular en la sociedad negra.
Después de dos años de gira, Josephine se une a los Chocolate Dandies en 1924, de donde se va para entrar al Plantation Club en donde conoce a Caroline Dudley Reagan, esposa del agregado comercial de la embajada de Estados Unidos en París.
Donald J. Reagan ve un gran potencial en Josephine, por lo cual, le ofrece un sueldo de $250 por semana, siempre y cuando se comprometa a ir a Francia, en donde Reagan quería montar un espectáculo en el que Josephine fuera la protagonista: haría de ella una estrella.
El 25 de septiembre de 1925, Berengaria el barco en el que Josephine hizo el viaje, llegó al puerto de Cherburgo.
Era hora de ir a París y pronto, los ensayos comenzarían.
Debutó en París el 2 de octubre de 1925 con el espectáculo la Revue Nègre, que incluía una orquesta de jazz, dirigida por Claude Hopkins, con la participación de Sidney Bechet.
Su exótica forma de bailar, su sensualidad desinhibida y su vestimenta mínima -tan solo una faldita hecha con plátanos de tela- resultaron más atractivas para los europeos que para los norteamericanos.
Bailó al ritmo del charlestón – música entonces desconocida en Europa- la interpretación de un baile bautizado “Danse Sauvage” (danza salvaje).
El escándalo fue rápidamente remplazado por el entusiasmo en general.
Después de una gira por Europa, fue la vedette del Folies Bergère y luego abrió su propio club Chez Joséphine.
En 1927 se estrenó su primera película La Sirène des Tropiques, a la que seguirían Zouzou y Princesse Tam Tam.
En la segunda mitad de los años 1920 y durante los años 1930 fue además una destacada modelo fotográfica y pin-up.
Después de una gira por Europa, Josephine Baker lideró el Folies Bergère en 1927 acompañada de un leopardo, cuyo estado de ánimo caprichoso aterrorizó a la orquesta y emocionó a la audiencia.
En 1927, la joven estrella se lanza a la industria musical.
A comienzos de los años 1930 grabó sus primeros discos, y al año siguiente, consiguió un gran éxito con la canción J’ai deux amours compuesta por Vincent Scotto.
Diferentes cineastas como Marc Allégret, le ofrecen papeles en sus películas.
Sus dos películas importantes: Princesse Tam Tam y Zouzou no cumplen con el éxito esperado.
En cambio, reúne un público más amplio cantando y bailando, incluso el tango “Voluptuosa” de José padilla.
Su gira de 1936 a los Estados Unidos no tuvo tampoco el éxito previsto.
Estados Unidos es escéptico y algunos le reprocharon el hablar a veces en francés o en inglés con un acento francés.
En 1936 regresó a los Estados Unidos para actuar en Ziegfeld Follies con Bob Hope y Fanny Brice.
Una parte importante de la opinión pública atacó la promiscuidad del show, y varios hoteles y restaurantes impidieron a la artista su entrada.
Finalmente Joséphine abandonó la obra y regresó a París, donde adquirió la ciudadanía francesa al casarse con el magnate del azúcar Jean Lion, que tuvo problemas por ser judío durante la ocupación alemana de Francia.
Aunque inicialmente, Josephine Baker se haya percibido como una sensación exótica, se ha forjado una sólida reputación en las altas esferas de la sociedad parisina, por lo que llegó a encarnar el personaje de una Venus de Ébano.
Mujer inteligente, Baker fue capaz de utilizar su imagen y manipularla a su antojo, dando forma a su propio público y definiendo su futuro a su manera.
El 9 de abril de 1975 Josephine se encontraba en su apartamento, mientras el telón acababa de caer en un ambiente entusiasta.
A la mañana siguiente, el 10 de abril, Josephine Baker sufrió un derrame cerebral y fue transportada al hospital “Pitié-Salpêtrière” en coma profundo, donde murió el 12 de abril, a la edad de 68 años.